5 Cosas que no sabías sobre el Big Ben

1. No se llama Big Ben

Aunque todos le digamos así, en realidad el famoso reloj no se llama Big Ben, sino The Great Westminster Clock (El Gran Reloj de Westminster).

La torre que alberga al reloj tampoco se llama así: originalmente se llamó sencillamente el Clock Tower (la Torre del Reloj) pero en 2012 se la rebautizó Elizabeth Tower, en honor a los 50 años de reinado de la reina.

Big Ben es la Gran Campana y tampoco fue el nombre que le pusieron sus creadores. Algunos historiadores dicen que en realidad se llamaba Victoria Real, en homenaje a la Reina Victoria, pero los londinenses la apodaron Big Ben y el nombre se popularizó.

¿Y quién era el famoso Ben?

Según el sitio oficial del Parlamento británico «la explicación más probable es que se nombró en honor a Sir Benjamin Hall, el Primer Comisionado de Obras, cuyo nombre está grabado en la campana».

Sin embargo «otra teoría es que se la nombró así por Ben Caunt, un campeón de boxeo de peso pesado».

2. El reloj se ajusta con monedas

El Big Ben sigue funcionando con el mismo mecanismo con el que se creó en 1859, algo que no va a ser alterado con esta nueva refacción.

El sistema sorprendentemente funciona gracias a la gravedad: tres veces por semana los ingenieros a cargo del reloj le dan cuerda a unos cables conectados a grandes pesas que cuando caen, activan los trenes de engranaje.

El tren central es controlado por un péndulo, que hace girar los engranajes.

Para ajustar la velocidad de este péndulo se colocan peniques en su parte superior, lo que altera su centro de masa.

Esto tiene el efecto de aumentar la velocidad del reloj 2/5 de un segundo en un período de 24 horas.

Si necesitan que el reloj vaya más lentamente, le quitan peniques.

Es gracias a este poco sofisticado sistema que el Big Ben se mantiene perfectamente puntual.

3. Un reloj con puntualidad inglesa 

Este monumento tiene una altura de 96,3 metros y está asentado sobre una base de 225 metros cuadrados. Cada esfera de los relojes del Big Ben mide 7,5 metros y las manecillas son de una gran longitud; la aguja de las horas mide 2,7 metros de largo mientras que el minutero mide 4,3 metros. Los números del reloj no se quedan atrás con sus 50 centímetros de altura.

El reloj es conocido por su fiabilidad, ya que rara vez dejó de funcionar. Incluso después de los bombardeos que sufrió Londres durante la Segunda Guerra Mundial, el reloj no ha visto alterado ni un ápice su puntual reputación.

¿Cuánto se tarda en adelantar o atrasar la hora?. Se tarda un total de 5 horas en adelantar o retrasar la hora de los relojes de las cuatro caras de la torre. Dos veces al año, los cinco encargados de mantener el reloj en hora hacen el turno de noche. No sólo tienen trabajo con el Big Ben, sino que dentro de las Casas del Parlamento hay 2.000 relojes más que también hay que poner en hora.

4. Campanadas 

El Big Ben suena cada hora en punto. ¡Y el sonido puede escucharse hasta una distancia de 14 kilómetros

La campana principal y más grande del reloj tiene un peso de 2,5 toneladas. Subirla fue tan dificultoso que demoró 30 horas para llegar a lo alto de la torre.

Las cuatro campanas que marcan cada cuarto de hora tocan la melodía que se llama «Campanadas de Westminster», famosa en distintos lugares del mundo. Proviene de un aria del compositor George Frideric Handel

5. Luz propia.

Si tenés curiosidad de saber si hay una sesión parlamentaria en ese momento, sólo hace falta que mires si la luz de arriba de todo de la torre está encendida…

La reina Victoria hizo instalar en 1885 en este edificio emblemático un pequeño faro que se enciende a partir del atardecer sólo cuando el Parlamento está trabajando. De ese modo la reina podía saber desde el Palacio de Buckingham si los parlamentarios estaban reunidos.

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